Neumol Pediatr 2023; 18 (2): 48 - 50 Revista Neumología Pediátrica | Contenido disponible en www.neumologia-pediatrica.cl 50 Uso prolongado de cánula nasal de alto flujo en niños con problemas respiratorios a los 3 meses 6 días comienza con ventanas diurnas progresivas sin CNAF, bien tolerado, y con saturometría continua diurna sin CNAF normal. A los 5 meses requería solo CNAF de 12 h al dormir. Poligrafía sin CNAF con AHI de 3.6, saturometría límite y con frecuencia respiratoria elevada. De alta a su domicilio a los 5 meses 10 días con CNAF nocturna con Airvo 2 (Fisher & Paykel). Presenta buena evolución clínica, disminución de su polipnea de base. Se realiza poligrafía sin CNAF a los 12 meses que es normal, retirando la CNAF. DISCUSIÓN Presentamos nuestra experiencia de 5 niños con uso prolongado de CNAF. Todos tuvieron mejoría en los síntomas y oxigenación, los que presentaban hipoventilación redujeron la retención crónica de CO2 y a los que se realizó poligrafía disminuyeron los índices de eventos obstructivos. El tratamiento fue bien tolerado y no hubo eventos adversos. Se evitó el uso prolongado de CPAP con el posible inadecuado desarrollo medio facial. Y en un paciente se pudo evitar la traqueostomía. En nuestra revisión, 2 pacientes fueron enviados a domicilio, al estar estables clínicamente, con uso nocturno de esta terapia. Siendo una terapia segura y fácil de utilizar por la familia. Los diagnósticos en los que indicamos uso prolongado de CNAF fueron DBP, traqueomalacia y SAOS. Existe escasa literatura del uso de CNAF prolongado en pacientes respiratorios pediátricos. Estudios recientes, muestran su uso en pacientes con SAOS que no toleran el CPAP (por alteraciones craneofaciales o poca adherencia) y en pacientes que no son candidatos a cirugía o tienen SAOS residual post cirugía (6-10). Se concluye que el uso de CNAF es una terapia efectiva, con disminución significativa del AHI en poligrafías y con buena adherencia. Existen reportes de casos clínicos del uso de CNAF prolongado: un paciente con traqueomalacia severa, evitando el uso de CPAP o posibles cirugías (11); en bronquiolitis obliterante post ADV (12); en cardiopatía congénita y problemas respiratorios (13). Un reciente trabajo (14) reporta 75 pacientes con uso domiciliario de CNAF en niños con diagnósticos de SAOS, malacia de vía aérea y enfermedad pulmonar crónica principalmente, al igual que nuestros pacientes. Se describen múltiples mecanismos de acción de la CNAF dentro de los cuales destacan, al ser un sistema con flujo humidificado y calentado produce disminución del daño de la mucosa respiratoria alta, mejor eliminación de secreciones, disminución de la inflamación de la vía aérea y la broncoconstricción y reducción de la resistencia nasal. Por otro lado, la entrega de altas tasas de flujo de gas permite cubrir la alta demanda inspiratoria en un paciente con taquipnea importante, aumento del trabajo respiratorio y flujos inspiratorios muy elevados. También se describe la generación de presión positiva continua de las vías respiratorias, lo que produce un aumento de la capacidad residual funcional y reclutamiento alveolar, favoreciendo la disminución de atelectasias. Favorece el lavado del espacio muerto nasofaríngeo, por el flujo continuo de gas inspirado por el paciente, el que tiene alto contenido de O2 y bajo en CO2 (1,3,5). Destaca por ser un sistema muy bien tolerado y confortable para el paciente, especialmente aquellos que no toleran otro tipo de interfaces, disminuyendo la ansiedad, agitación y angustia que puede verse con otro tipo de sistema. Todo esto conduce a mejoría de la ventilación y oxigenación con disminución del trabajo respiratorio, lo que puede traducirse en el beneficio observado en nuestros pacientes. Las limitaciones de nuestro estudio son que es una revisión de casos, con bajo número de pacientes, con heterogeneidad en sus diagnósticos, uso de poligrafía como estudio de sueño y no la polisomnografía que es considerado el gold standard. Pero la CNAF es una terapia especial para pacientes con diagnósticos y características muy específicas que ha significado un aprendizaje en el equipo de salud para sus indicaciones y forma de uso, con beneficio importante en la salud de nuestros pacientes. Creemos que es un aporte mostrar la experiencia de un hospital público, donde hemos aprendido que es posible el uso prolongado de CNAF en pacientes con ciertos diagnósticos, con evaluación clínica y de laboratorio rigurosa, que permitió evitar otros tratamientos más invasivos y generadores de hipoplasia mediofacial. CONCLUSIÓN La CNAF y su uso prolongado es una terapia promisoria para pacientes con patologías específicas que pudieran beneficiarse de un sistema fácil de usar, seguro y confortable. Se requieremayor número de estudios para determinar si la CNAF es útil en el uso crónico de pacientes con SAOS, traqueomalacia, DBP y otras enfermedades respiratorias crónicas. Los autores declaran no tener conflicto de intereses. Se agradece a la Dra. Solange Caussade Larraín por su aporte al escrito de este artículo. 1. Wegner A. Cánula nasal de alto flujo en Pediatría. Neumol Pediatr 2017; 12 (1): 5 - 8. 2. Ke-Yun Chao, Yi-Ling Chen, Li-Yi Tsai, Yu-Hsuan Chien, Shu-Chi Mu. 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