Revista Neumología Pediátrica | Contenido disponible en www.neumologia-pediatrica.cl 55 Neumol Pediatr 2023; 18 (2): 55 - 56 Columna de opinión: Estudio de los trastornos respiratorios del sueño en domicilio impulsado por la pandemia en pediatría OLUMNA DE OPINIÓN / OPINION COLUMN Esta columna de opinión de la Revista NEUMOLOGÍA PEDIÁTRICA desarrolla una postura frente a diversas condiciones respiratorias de elevada importancia sanitaria en el medio. Cada autor expondrá un problema, la evidencia publicada y finalmente una opinión o reflexión frente a la misma en sólo 1.000 palabras. Las opiniones vertidas en esta sección no representan el pensamiento del cuerpo editorial de la Revista ni tampoco de la Sociedad Chilena de Neumología Pediátrica. El término hiperreactividad bronquial (HRB) está muy incorporado en la mente de muchos pediatras y especialistas respiratorios, siendo utilizado muchas veces como sinónimo de asma en niños menores de 5 años. Este término se usa ampliamente en la consulta ambulatoria y pacientes hospitalizados, así como en presentaciones de casos clínicos. El problema radica en que la HRB es un término inespecífico que carece de significado clínico, pudiendo incluso provocar confusión. Los pacientes diagnosticados clínicamente con HRB, por lo general, tienen antecedentes de tos persistente o recurrente, producción de esputo, sibilancias y a veces disnea. En ocasiones, este diagnóstico se establece simplemente por el hecho de estar usando un salbutamol o algún corticoide inhalado (ICS) en forma intermitente o regular. La mayoría de las veces que se emplea este término, no está respaldado con pruebas de función pulmonar que midan la HRB y ciertamente es muy raro que un niño tenga esta medición. Desafortunadamente, entre los clínicos este término a menudo no se cuestiona y se acepta como correcto en los registros o fichas médicas. El término HRB tiene un significado preciso en la medicina respiratoria. Es el resultado del estrechamiento excesivo de la vía aérea provocado por ciertos estímulos, que conduce al incremento en la resistencia y reactancia pulmonar y por ello, una disminución del flujo de aire (1). Si bien es una característica importante del asma, también se asocia con situaciones fisiológicas específicas como ocurre en los atletas de élite (2). Muchas condiciones como la exposición a vapor, humo o tabaco pueden provocarlo; incluso teniendo otras pruebas de función pulmonar normales. Los síntomas respiratorios y la HRB pueden persistir durante años incluso después de una exposición sostenida a contaminantes ambientales (uso de leña). La HRB es más frecuente en pacientes con asma aguda (incluso los días previos) y menos común durante la remisión (1,3). Una prueba positiva de HRB no es específica para el diagnóstico de asma; pero una prueba negativa puede ser útil para excluirlo (4). La BHR se detecta mediante pruebas de provocación directa, mediante la inhalación de una sustancia que estimula directamente el músculo liso de las vías respiratorias produciendo su contracción (5). Con menos frecuencia, se detecta mediante pruebas de provocación indirecta, utilizando estímulos como hiperventilación o soluciones hiperosmolares, que inducen a las células inflamatorias de las vías respiratorias a liberar mediadores endógenos (6). Los resultados de estas pruebas se informan en términos de la cantidad de la sustancia empleada que provoca una disminución de ≥20% del FEV1. Históricamente, los resultados de estas pruebas se informan como PC20 (concentración que causa una caída del 20% del FEV1), o PD20 (dosis acumulada que causa una caída del 20% del FEV1) (1,5). A mi entender, el término HRB refleja la dificultad del médico en establecer un diagnóstico específico, por ejemplo, asma (3). En el entorno pediátrico, especialmente en los niños menores de 3 años, el diagnóstico de asma es problemático e incluso controvertido, pues se construye sobre el reporte de síntomas a través de los padres o cuidadores, quienes generalmente exhiben una baja percepción de estos, sin el uso de pruebas de función pulmonar que lo corroboren; incluso en algunas ocasiones se evita su uso por la connotación negativa que puede tener para los propios pacientes. Muchos médicos prefieren emplear el término HRB sin entender que exactamente están queriendo decir. Dado que incluso en los pacientes con asma no se emplean biomarcadores que midan la presencia de inflamación (Ej. Eosinofílica) de manera rutinaria; resulta más cómodo el término HRB. Los médicos proporcionan esta etiqueta para indicar que el paciente tiene algún tipo de problema en las vías aéreas sin saber cuál es. El mayor problema del término HRB es que la mayoría de estos niños emplean ICS (incluso con dosis altas para la edad) sin una clara justificación, lo cual expone al uso innecesario en lactantes y pre-escolares, con el riesgo de efectos adversos en la velocidad de crecimiento y estatura final. Muchas condiciones como la displasia broncopulmonar (7), fibrosis quística (8), trasplante de médula (9), e incluso en la enfermedad inflamatoria intestinal (10) tienen HRB y no requieren de ICS. Si se sospecha el diagnóstico de asma, es importante el seguimiento periódico, la medición de la función pulmonar lo antes posible y el uso regular de ICS para resolver el fenómeno inflamatorio invisible. La educación y adherencia juegan un rol importante en estos niños. A la luz de lo expuesto, considero que es necesario reevaluar el uso del término HRB en niños, para no promover su uso incorrecto y Autor para correspondencia: Dr. Luis Enrique Vega levega@udd.cl HIPERREACTIVIDAD BRONQUIAL: UN TÉRMINO INCIERTO QUE DEBE SER REEVALUADO BRONCHIAL HYPERREACTIVITY: AN UNCERTAIN TERM THAT SHOULD BE RE-EVALUATED COLUMNA DE OPINIÓN Attribution-NonCommercial 4.0 International. Click AQUÍ Dr. Luis Enrique Vega Pediatra Broncopulmonar Clínica Alemana. Profesor Asociado UDD. Asesor Médico Laboratorio GSK.
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